Lugares para zambullirse en el mar de viñas

Qué mejor plan para empaparse de primavera que zambullirse en un mar cálido
bajo el agradable sol manchego de estas fechas. La Ruta del Vino de la Mancha
nos sumerge en el mayor viñedo del mundo llevándonos a disfrutar no solo de
sus excelentes vinos de referencia mundial, también de una tierra de romanos,
molinos, quijotes y caballeros, que huele a gachas, migas y queso, pero también
a
azafrán a alfarería, cuna de no pocos artistas. Hoy nos adentramos en este

bucólico destino cercano en nueve paradas básicas

La primavera es un momento excepcional para acercarse a conocer el mayor viñedo del
mundo. La Ruta del Vino de La Mancha te invita a darte el primer baño de la temporada entre
tradición, historia y viñas, cuya Denominación de Origen puede presumir de ser de las
primeras en ser reconocidas oficialmente.
Una oportunidad única para saborear de primera mano los vinos que bañan esta tierra de
hidalgos, artistas, castillos y humedales y, al mismo tiempo, dejarse llevar por los siglos de
historia que te cautivarán a cada paso. La Ruta del Vino de La Mancha te marca el camino. ¿A
qué esperas para venir?


Alcázar de San Juan: centro de interpretación del vino DO La Mancha
Nuestro punto de partida es Alcázar de San Juan, en pleno corazón de La Mancha. Esta ciudad
esconde andanzas de Don Quijote en muchas de sus esquinas. En su Casa Museo del Hidalgo
podrás conocer cómo vivían estos caballeros, un plan perfecto si viajas con niños, pues las
aventuras de los héroes de la época captarán la atención de los más pequeños.
Ya por sus calles estrechas de piedras romanas y moriscas, Alcázar de San Juan (Ciudad Real)
esconde tesoros de su época de esplendor en el siglo XVI, como el convento de San Francisco o
la Real Fábrica de Pólvora, que fue una de las más importantes de la Península. Paseando por
su alcazaba árabe (Torreón del Gran Prior, el Cubillo…) o sus yacimientos arqueológicos
romanos confirmarás la importancia de este lugar, que se alzó entre murallas y torres en mitad
de La Mancha.
Ya por aquel entonces, el vino estaba en la dieta de sus gentes, así que tomarse una copa o
darse un homenaje gastronómico en cualquiera de los rincones de esta ciudad es casi
obligatorio.

En Alcázar de San Juan merece una detenida visita el Centro de Interpretación del vino en la
sede del Consejo Regulador de la DO de La Mancha. Su propuesta interactiva te acercará a este
motor de la economía manchega a través del olfato, la vista y el sabor. Recuerda reservar en tu
viaje una ‘experiencia’ en cualquiera de las bodegas de la zona, pues saldrás con ganas de
poner en práctica todo lo aprendido. En toda la Ruta del Vino de La Mancha hay una amplia
oferta de catas y degustaciones para todos los gustos y bolsillos.
Antes de continuar tu camino, no olvides subir al Cerro de San Antón. Los cuatro molinos de
viento que vigilan la ciudad desde allí (dos se pueden visitar durante el fin de semana) no te
dejarán indiferente. Una foto con ellos y las vistas de la llanura manchega desde lo alto serán la
mejor despedida.
Más información en www.rutadelvinodelamancha.com/alcazar-de-san-juan/


Campo de Criptana: Tierra de Gigantes
La segunda parada de nuestra ruta es Campo de Criptana, conocida como ‘Tierra de Gigantes’
por sus molinos de viento. Declarados Bien de Interés Cultural son una visita ineludible si te
acercas hasta este municipio manchego, escenario de una de las batallas literarias más
famosas: la de Don Quijote contra los gigantes, que no eran otra cosa que molinos girando sus
aspas.
De la treintena que llegó a haber quedan solo una decena, entre los cuales destacan Sardinero,
Burleta e Infante, que se conservan tal y como eran en el siglo XVI. Si puedes, no dejes de
presenciar una molienda tradicional en cualquiera de ellos (primer domingo de cada mes). La
experiencia merece la pena.
Para los más madrugadores, Campo de Criptana (Ciudad Real) reserva una luz especial a
primera hora de la mañana. Su descenso desde el Cerro de la Paz por las finas calles de su
encantador Barrio del Albaicín son pura inspiración con el suave bullicio del despertar de sus
gentes. Escudos de nobleza y casas cueva se muestran en cada esquina como huella
imborrable de un pasado que aún hoy se mantiene vivo.
Si tienes la suerte de estar aquí en abril, conocerás Campo de Criptana tal y como lo hizo Don
Quijote de La Mancha. Con motivo del Día del Libro y para conmemorar la muerte de
Cervantes, la ciudad regresa al Siglo de Oro en su Semana Cervantina (El 23 y 24 de abril
Sabores del Quijote, con los platos de la novela. Y molienda especial el domingo 24 de abril)
una ocasión en la que podrás combinar literatura y degustaciones gastronómicas en las que no
faltarán los vinos de la tierra.
Más información en www.rutadelvinodelamancha.com/campo-de-criptana/


El Toboso: La Patria de Dulcinea

Si Don Quijote escogió a este pueblo como origen de su amada e imaginaria Dulcinea, algún
motivo habrá escondido. Acercarse a la única parada que la Ruta del Vino de La Mancha tiene
en Toledo te ayudará a entender el porqué. Aquí debes dejarte impresionar por las fachadas
nobles en las que los escudos coronan una arquitectura del siglo XVI, conservada para ser buen
reflejo de su grandeza.
Como pueblo más nombrado de El Quijote, El Toboso reserva también los últimos días de abril
para celebrar sus Jornadas Cervantinas y conmemorar así la muerte de Miguel de Cervantes.
Su Museo Cervantino le rinde homenaje todo el año con su exposición de ediciones de la obra
en más de 70 lenguas. Una excusa perfecta para seguir explorando La Mancha y ser testigo del
desarrollo constante de su enoturismo.
Más información en www.rutadelvinodelamancha.com/el-toboso/


Tomelloso: la Atenas de La Mancha
Siguiendo nuestro camino por Ciudad Real, llegamos a Tomelloso. ‘La Atenas de La Mancha’ es
cuna de ilustres pintores y escritores y legado de una extensísima tradición ligada al vino, pues
esta ciudad dinámica y emprendedora, desde sus orígenes, esconde en sus cimientos 4.000
cuevas construidas para almacenar vino en las que aún hoy se conservan tinajas con capacidad
para albergar hasta 6.000 litros. Imperdonable saltarse este punto de la ruta.
Las chimeneas de las antiguas alcoholeras definen el ‘skyline’ de la ciudad y con ellas presume
Tomelloso de ser el primer productor de alcohol vínico del mundo. Te toparás con alguna de
camino al Museo del Carro, un centro etnográfico que ensalza la larga tradición de elaborar
vino que hay en esta tierra y en el que podrás ver un ‘bombo’, construcción rural que servía de
refugio a pastores que se levantó con más de 2.000.000 de piedras.
Si finales de abril te pilla de paso, te recomendamos que te quedes a la Romería de la Virgen de
las Viñas, patrona de Tomelloso, entre el 22 y el 24 de abril. Tendrás la oportunidad de admirar
la belleza de las reatas enjaezadas, un verdadero homenaje a la labranza y a los animales que
desde hace siglos ayudan a sacar el mayor provecho de esta tierra tan fértil.
Más información en www.rutadelvinodelamancha.com/tomelloso/


Socuéllamos: el mayor viñedo
Buen ejemplo de fertilidad es nuestra siguiente parada en la Ruta del Vino de La Mancha,
porque decir Socuéllamos es hablar de vino. Este municipio de Ciudad Real cuenta con la
mayor superficie de viñedo en pie de Europa y es por ello que, durante todo el año, ofrece
actividades en su Museo Torre del Vino en torno a esta cultura tan arraigada, pensadas para
todo tipo de públicos, incluidos los más pequeños.

Ubicado en la antigua estación de ferrocarril, acoge el programa de divulgación y formación de
la cultura del vino Manchavino, destinado al sector empresarial, si bien también acerca esta
tradición a niños y mayores. Para los amantes del vino es una visita obligada en la que disfrutar
de catas, talleres e incluso acompañar a los más pequeños en actividades plásticas que le
acercarán a la cultura vitivinícola.
Su Plaza de la Constitución es el escenario perfecto para dar buena cuenta de los vinos que
sacian la sed de sus gentes desde hace siglos y que han sabido ir adaptándose a los tiempos
modernos con dedicación y esmero.
No dejes para otra ocasión el paseo por sus veredas, pues entre viñas encontrarás los chozos,
uno de los mejores ejemplos de la arquitectura popular en piedra seca, o incluso los restos de
un puente romano. Socuéllamos es historia y vino en todos sus rincones.
Más información en www.rutadelvinodelamancha.com/socuellamos/


Villarrobledo: referente mundial en producción de vino
Y para seguir brindando llegamos a nuestra siguiente parada. Con más de 30.000 hectáreas de
viñedo es uno de los principales productores de vino y uva del mundo, es decir, que pisar
Villarrobledo es pisar tierra fértil, es pisar riqueza.
Su plaza está declarada Conjunto Histórico Artístico con la Iglesia Parroquial de San Blas y
la Casa Consistorial, así que no pierdas la ocasión de sentarte a tomar cualquiera de sus vinos
de la tierra mientras admiras su belleza.
Pistos, sopas, migas, queso, potajes… cualquiera de las recetas de la cocina manchega te dará
fuerzas para recorrer la localidad. Una visita al Centro de Interpretación de la Alfarería Tinajera
se hace imprescindible en este viaje para comprender los cuatro siglos de desarrollo de esta
actividad que han hecho de Villarrobledo un referente mundial en este arte ancestral.
Pero este municipio albaceteño no solo es referente en la tinajería. Desde hace 25 años acoge
uno de los mejores festivales de música del país, el Festival Viña Rock que, tras dos años de
parón, volverá a reunir en Villarrobledo lo mejor del rock, el rap y el ska del 28 al 30 abril.
Más información en www.rutadelvinodelamancha.com/villarrobledo/


Argamasilla de Alba: el Lugar de la Mancha
Y de Albacete te proponemos volver a Ciudad Real. En la parte más llana de la meseta
manchega nos encontramos con “el lugar de La Mancha” de cuyo nombre no quiere acordarse
Miguel de Cervantes. El motivo no es otro que el hecho de que Argamasilla de Alba fue, según
cuenta la leyenda, cárcel del escritor más famoso de nuestra literatura; más concretamente, se
dice que estuvo prisionero en la Cueva de Medrano (tienes acceso libre con visita guiada),

donde encontró inspiración para comenzar a escribir las andaduras del ingenioso hidalgo Don
Quijote de La Mancha.
La mejor manera de disfrutar del pasado y el presente de esta tierra, que desde hace siglos
cobija a viajeros, es catando sus vinos de paladar intenso y maridarlos con los guisos de caza
que tanta popularidad dan a la Ruta del Vino de La Mancha. Un deleite para el paladar que
hará que siempre recuerdes Argamasilla.
Antes de continuar tu camino, no puedes dejar de visitar el Castillo de Peñarroya, entrada al
Parque Natural de las Lagunas de Ruidera. Esta fortaleza originariamente musulmana, que se
levanta sobre el rio Guadiana, es refugio de la patrona de Argamasilla de Alba. El último
domingo de abril se celebra allí la Romería de la Virgen de Peñarroya, también patrona de La
Solana.
Más información en www.ellugardelamancha.es


La Solana: vino y azafrán
Y hasta este municipio manchego llegamos en nuestra ruta. La Solana sabe a vino y a especia,
pues sus tierras son madre de viñas y de los pistilos más codiciados para la gastronomía
mundial: el azafrán. Su Museo La Rosa del Azafrán es un espacio ideal en el que comprender la
importancia de esta flor en el desarrollo de la localidad (los lunes y las tardes del fin de semana
está cerrado).
Con siglos de historia a sus espaldas, la llamada ‘Barcelona de La Mancha’ exporta su carácter
agrícola en sus hoces y su esencia vitivinícola en sus botas, productos artesanales que debes
conocer si amas la cultura del vino y sus costumbres. No hay motivo para hacer parada aquí y
no comprar una bota; sin duda un buen recuerdo de La Solana y la excusa perfecta para
hacerse con unas cuantas botellas de vino de la zona y estrenarla.
Más información en www.lasolana.es


Pedro Muñoz: Villa y Corte del Mayo Manchego
Esta parada de la Ruta del Vino de La Mancha tiene sangre visigoda, musulmana y romana
corriendo por las venas de sus calles y vecinos. Con un firme compromiso de abrir al turista
este vasto territorio con Denominación de Origen e ineludible sabor a uva, Pedro Muñoz
(Ciudad Real) nos muestra la nobleza de su Historia a través de los palacios y casas solariegas
que se levantan en rincones y plazas. Clases acomodadas que ayudaron a impulsar el
desarrollo de una industria que aún hoy atrae a los amantes de los mejores vinos del mundo.
Huella de esas raíces vitivinícolas son las bodegas, chimeneas y molinos, máximo exponente de
la arquitectura industrial de este municipio que, en la madrugada de abril a mayo, celebra la
Fiesta del Mayo manchego, la celebración más antigua de Castilla La Mancha, considerada

Fiesta de Interés Turístico Nacional. Los hombres salen en la noche a rondar a la Virgen y a las
mujeres en un espectáculo tradicional que reúne lo mejor de las costumbres y la gastronomía.
El broche de oro perfecto para una primavera en la Ruta del Vino de La Mancha.
Más información en www.cunadelmayomanchego.com


VILLARRUBIA DE LOS OJOS: Entre Sierras y Tablas
Bañado por aguas del Gigüela y el Guadiana, antes de su unión en el Parque Nacional de las
Tablas, Villarrubia de los Ojos, posiblemente es el mejor Mirador de La Mancha. Destaca por su
privilegiada situación geográfica entre las primeras estribaciones de los Montes de Toledo y la
amplia llanura manchega, por eso merece la pena realizar cualquiera de las rutas de
senderismo señalizadas entre sierras y tablas
Esta localidad es un importante destino de turismo oleo-enológico, al ser tierra de viñedos y
olivos de la que proceden unos aceites y vinos reconocidos a nivel internacional. Pero es
también mucho más, ya que aquí han acontecido hechos decisivos para la historia de España:
El Maestre de Calatrava D. Pedro Girón, viajaba desde Almagro, al frente de 3000 hombres, al
encuentro de D.ª Isabel, Infanta de Castilla, futura Isabel la Católica, con la que iba a contraer
nupcias. Inesperadamente, D. Pedro murió en Villarrubia de los Ojos, evitándose así su
matrimonio con la futura Reina de España.
https://www.villarrubiadelosojos.es/

EL PROVENCIO: Capital manchega del cómic
En diciembre, en este municipio se celebra la Feria del Cómic con el fin de acercar el mundo
del cómic a los más pequeños como una herramienta de aprendizaje a través de talleres,
concursos, juegos, etc y dar a conocer la cantidad de buenos e importantes dibujantes cuyo
trabajo se publica en las grandes compañías del cómic como Marvel, DC o Dark Horse. Fruto de
esta comunión con el cómic es su ruta de arte urbano y su museo del Cómic, con más de 5.000
obras algunas de ellas origen del cómic en España ya por el siglo XIX.
También cuenta con múltiples monumentos ligados con el vino, desde sus cuevas
subterráneas, la bodega-museo del Doctor Plaza, la hospedería de Nuestra Señora del Rosario.
Ya en 1578, las Relaciones Topográficas de Felipe II, indicaban, entre otras muchas cosas, que
el vino de El Provencio, era el mejor de la comarca.
https://www.elprovencio.com/

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